INFOCAMPO Semana del 21 al
27 de marzo de 2014
Una de las particularidades
de esta campaña fue que se esperaba un auge en las hectáreas de girasol, pero
esto no sucedió y el área sembrada cayó más del 20 por ciento Las
complicaciones climáticas (sequía) durante el momento de siembra y el precio
del cultivo no fueron un escenario propicio para los productores, sumándole las
retenciones altas de la oleaginosa y el problema de las palomas.
Según el
Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, esta campaña se sembraron 1,28
millón de hectáreas, 380.000 hectáreas menos que la campaña pasada, donde se
sembraron 1,66 millón. Y en la provincia de La Pampa no fue la excepción. Según
la cartera agropecuaria, en la presente campaña se implantaron 240.000 ha,
mientras que en la anterior fueron 286.000. Sin embargo, una de las
alternativas que los productores encontraron en esa provincia fue la producción
de girasol confitero. Fuentes del sector estiman que se sembraron unas 100.000
hectáreas en todo el país, y 75.000 se producen en la provincia pampeana.
¿Motivos? El precio razonable de exportación en la cual se construye del precio
pizarra del girasol más un 31% de bonificación (para compensar la menor
producción y la falta de bonificación por materia grasa) y un grano mucho más
grande y largo, que hace que sea menos susceptible a los ataques de aves “Se ha convertido en un
refugio para poder seguir plantando girasol, un cultivo muy noble, rústico,
resistente a sequía, muy adecuado para los ambientes semiáridos como son los de
esta provincia”, indicó Mariano Fava, de Asociación de Cooperativas Argentinas
de la sección Insumos de La Pampa.
En este sentido, la zona centro-norte de La
Pampa reúne características que permite producir una semilla de girasol confitero
de una calidad superior para el consumo humano. Por ello, en esta zona se
concentra una de las superficies más grandes del mundo de este grano destinado
a consumo humano. “La mayor área se ubica al oeste de la Ruta Nacional 35,
donde los girasoles rinden en promedio de 15 a 18 quintales por ha y la paloma
mediana llega a hacer un daño de hasta 250 kilos por hectárea. En la región
este, la oleaginosa llega a rendir hasta 25 qq/ha o más, y el daño es de apenas
50 kilos por ha, lo que relativamente lo hace menos importante”, señaló.
En
cuanto a la comercialización de este cultivo alternativo, Fava indicó que es
importante el tamaño (calibre) del grano. "Los mayores de 8 mm son los más
deseables para consumo directo tostados por parte de humanos", afirmó. Es
por ello que se buscan siembras ralas de un máximo de 37.000 plantas/ ha en los
ambientes de mayor productividad, hasta un mínimo de 20.000 en los sitios más
restrictivos. “Esta densidad tan baja hace del control de malezas un desafío
mayúsculo”, indicó. Ante este contexto, los híbridos CL son los más adecuados.
Y esta tecnología toma mayor importancia a medida que el ambiente es de menor
productividad y la cantidad de plantas/ha debe reducirse por debajo de las
30.000.
Esta estructura de cultivos permite generar granos de gran tamaño y
capítulos de girasol grandes, lo que contribuye a evitar los daños de paloma
mediana, los cuales si bien se producen no llegan a ser importantes como para
impedir establecer el cultivo. Por otra parte, el ingeniero de ACA aseveró que
el flete es uno de los puntos importantes a la hora de analizar el negocio del
cultivo. La semilla de confitero, informó, es muy liviana, por lo que un camión
muy bien cargado pesa alrededor de 22 a 23 toneladas. Así los productores
tendrán el mismo costo de traslado, pero al llevar menos kilos por vez es
relativamente mucho más alto.
Por casos.
Esta
campaña estuvo marcada por las mermas en los rindes por las altas temperatu-ras
y el período de floración sin lluvias. Para individualizar, El Campo S.A.,
ubicada en Ingeniero Luiggi, al norte de la provincia de La Pampa, hace cuatro
años que comenzó a producir el cultivo. Comenzó con 300 hectáreas, la campaña
pasada sembró 3.000, y ésta alcanzó las 7.000 hectáreas. Asimismo, se
mantendrán en la superficie. La empresa, que también exporta el cultivo,
siembra un 80% en Rancul y el resto en las localidades de Realicó y Maracó. La
empresa siembra una parte propia, y por otra parte, está asociada con
contratistas y productores. “Al principio lo probamos ante la necesidad de
tener un cultivo para procesar, y luego, el problema de la paloma terminó de
decidirnos completamente”, explicó Lito Gorordo, encargado de la parte de
producción.
A su vez, aseguró que el
manejo del cultivo es similar al convencional. Sin embargo, las diferencias se
sus-citan al momento de la cosecha. Durante la trilla del confitero no se puede
mezclar el grano con plan-ta, hoja, peciolo y cabeza (en el convencional no hay
demasiados inconvenientes) debido a que se estropea (manchas) la mercadería.
“Se debe desecar con glifosato de forma aérea 15 días antes que se comience a
trillar”, aseveró. La otra parte a tener en cuenta, indicó, es que el draper
debe ser axial para que la semilla no se pele. En cuanto a las circunstancias
agronómicas, el técnico aseguró que este no es el mejor año: la falta de agua
más las altas temperaturas afectaron el período crítico del cultivo, donde se
dieron 9 días segui-dos con más de 50 grados. Así, los rindes oscilan los 1.000
kg/ ha, mientras que la campaña pasa-da, los mismos fueron el doble. Por otra
parte, la Agronomía Fernández, situada también en Ingeniero Luiggi, hace tres
años que comenzó a incursionar en la oleaginosa. “Estamos en una zona ideal
para el girasol (suelos franco-arenosos donde no hay toscas en superfi-cie),
pero con la paloma hemos dejado de hacer el cultivo”, señaló Tomás Fernández,
integrante de la Agronomía. Por este motivo, comenzaron a probar con el
confitero para cubrir las necesidades agronómicas que dejó el girasol y no
dejar que avan-ce el monocultivo sojero. Asimismo, la agronomía, en aso-ciación
con otros productores de la zona, implantaron 600 hectáreas. “La idea es seguir
conociendo el manejo del cultivo y que el produc-tor también lo vaya
conociendo. Y en la medida de que se pueda, ir creciendo en superficie”,
aseguró. En cuanto al manejo, Fernández destacó la importancia del flete, como
había recalcado Fava ante-riormente. “Por las malas condiciones climáti-cas,
durante el llenado de granos, el mismo salió muy liviano y vamos a tener, como
se dice, falso flete, que con el otro girasol no se produce”, expresó. En esta
línea, explicó que hay que "aforar" la carga a un kilaje donde se
llega a un acuerdo con el trans-portista. Por su parte, destacó que hicie-ron
contrato con la CHS Agro, a través de la intervención de la Cooperativa ACA.
Otro de los que también
firmó contrato con la compañía de Estados Unidos fue la empresa Sebastián
Dalmasso y Cía., de la zona de Vértiz, la cual hace cuatro años que comenzó a
incursionar en este cultivo. "Esta campaña hicimos 300 hectáreas. Es una
alternativa por las palomas y el diferencial de precios", destacó Hernán
Rodríguez, de la empresa. Asimismo, destacó que esta campaña los rindes no
serán los mejores por las condiciones adversas del clima.
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